La levedad que nos hacen ser, la exposición.

Esta exposición da a conocer que los seres humanos pertenecientes a la diversidades sexuales no normativas, somos víctimas de diferentes crímenes de odio, que, pasando por el “boleteo”, las amenazas de muerte, el desplazamiento forzado, llegan al atentado y en algunos casos al asesinato.

Construye trasformaciones en la ecología humana, como cultura de la paz y de resistencia a la expresión violenta de las diferencias en la comprensión de los derechos humanos y los derechos sexuales haciendo énfasis en las personas pertenecientes a los Sectores Sociales LGTBI y de las diversidades de géneros y cuerpos (SSLGTBIDGDC).

Es una crítica artística y performática a la idea difundida y aceptada socialmente que asume que los seres humanos pertenecientes a los sectores LGTBI y las diversidades de géneros y cuerpo, podemos ser desechables, consideraros basura, desecho social. En Colombia, se nos ha denominado "desechables" y al acto de asesinarnos se le llama "limpieza social". En 1982 en el conflicto se iniciaron los asesinatos a los homosexuales y aún continúan.

El trabajo artístico se fundamenta no sólo el ser víctima del conflicto armado, sino, además, haber tenido la oportunidad de trabajar como miembro del Foro Internacional de Víctimas, por más de cinco años, con hombres y mujeres miembros de los (SSLGTBIDGDC) y de otros sectores sociales, víctimas refugiadas en diversos países de Europa, a quienes brindé apoyo emocional y acompañamiento en temas específicos de violencia de género y sexual en diversas modalidades; manifestaciones del patriarcado que implican que los varones tienen poder en todas las instituciones importantes de la sociedad y acceso a las mismas, que priva del poder y los derechos sociales y sexuales de las mujeres y a quienes “parecen serlo” y/o se niegan a vivir una experiencia cisgénero, heteronormativa, binaria, sexista y hetero excluyente. 

Colombia y Bogotá tienen como Estado y sociedad una enorme deuda política con las personas de los SSLGTBIDGDC. Han pasado décadas de desprotección, impunidad y aprobación social ante las violencias cometidas contra nosotros/æs que fuimos personas señaladas injustamente de «pecadoras», «enfermas», «criminales» y «antisociales»; porque la manera de vivir nuestros cuerpos, afectos, deseo, erotismo, genitalidad y placer, hace que basados en un «deber ser», que explica lo «moral», lo «normal», lo «sano» y lo «moralmente correcto», justificó la violencia de quienes tomaron las armas y las siguen tomando: guerrillas, paramilitares y fuerza pública.

Quiero gritar por los que no tienen voz, por quienes estamos vivos, que la muerte puede esperar, que nuestra lucha por la paz verdadera no cesó con nuestra participación en la firma del Acuerdo Final.

Manuel Antonio Velandia Mora, el artivista que presenta esta obra es el Ganador de la Beca Idartes de apropiación de Bogotá Diversa dirigida a los sectores sociales en la categoría víctimas del conflicto armado colombiano.

Este ARTivista es miembro del colectivo Prensa marica

 

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