El duelo que nunca termina

 

Instalación sobre muro de concreto, Bogotá, septiembre de 2023

Quién puede olvidar la persona amada

que un día salió y jamás regresó?

No fue una partida,

es ausencia nunca anunciada.

No hay maletas empacadas,

no hay trenes, estación ni despedida.

En el tiempo se macera la no presencia

que no se sabe si realmente es ausencia.

En la oscura noche de la mente yace,

un dolor eterno que no desvanece,

la ausencia que ilumina la total oscuridad.

Sus pasos se alejaron sin mirar atrás,

dejando el corazón hecho pedazos.

A veces, la noche se torna eterna,

en la soledad, en el abismo profundo,

me pregunto si algún día le volveré a ver;

un torrente de lágrimas se niega a no brotar,

en momentos tristes nunca cesarán,

la herida abierta en el pecho, sin sanar;

el eco de su voz, aún en el aire,

se encadena a una incertidumbre de tormentos,

mientras tanto, seguiré aferrado a su recuerdo,

es el tributo a aquellos momentos compartidos,

un homenaje perpetuo, que nunca será desvanecido.

La llama en mi corazón siempre vivirá.

Instalación y fotografía (Bogotá, septiembre de 2023). Obra de Manuel Antonio Velandia Mora, Ganador de la Beca Idartes de apropiación de Bogotá Diversa dirigida a los sectores sociales en la categoría víctimas del conflicto armado colombiano.



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