Empalamiento


El empalamiento es un método de ejecución donde la víctima es atravesada por una estaca sea por un costado, por el recto, la vagina, por la boca, o cualquier parte del cuerpo. En el conflicto armado colombiano fue utilizado por los actores armados en contra de mujeres heterosexuales y otras personas de los sectores LGTBI y de las diversidades de géneros y cuerpos.

En el 2000, el Bloque Norte de las AUC, bajo la comandancia de Rodrigo Mercado Pelufo, alias Cadena, incursionó en El Salado (Montes de María). Allí, el terror derivó de la tortura, las violaciones y las agresiones sexuales ocurridas en contra de las mujeres (empalamientos y violencia verbal, entre otras). Además, estos hechos ocurrieron en escenarios públicos, ante familiares y personas de la comunidad, a manera de acciones aleccionadoras, causantes de miedo, acusadas de tener vínculos afectivos o ser auxiliadoras de la guerrilla. De acuerdo con el Tribunal Superior de Bogotá, Sala de Justicia y Paz, Sentencia contra Salvatore Mancuso y otros, 29 de junio de 2010:

[...] los denominados homicidios múltiples o masacres fueron el modus operandi de mayor selección para los bloques Norte, Córdoba, Catatumbo y Montes de María, observándose una alarmante recurrencia no solo para los fines de su inicial penetración en las distintas zonas, sino de igual forma seleccionados como táctica para estabilizar su posicionamiento territorial y dominio sobre la población civil, al punto que se tornaron en un espiral de violencia que no solo involucró atentados a la vida, sino simultáneamente violencia contra mujeres, bienes protegidos, torturas, desplazamientos masivos tal y como sucedió en este proceso en las masacres de El Salado año 2000, de Sta. Cecilia, de Playón de Orozco, de Zipacoa, de Cienaguita y de Bahía Portete.

Entre las modalidades de los grupos paramilitares se destacaron los homicidios, las tentativas de homicidio y las desapariciones forzadas, en medio de las mal denominadas «limpiezas sociales», acompañadas de altos grados de crueldad como la tortura física, golpes que provocaban estados de inconsciencia y empalamientos. Otra de las particularidades en torno a los actos paramilitares, sobre todo en las violencias sexuales, consistió en que las víctimas lograban identificar a los responsables directos de los ataques, quizá debido al poder que ostentaban en los territorios, así como al amparo y la impunidad estatales.

Fotografía (Estrasburgo, Alemania, 2017) e instalación (Bogotá, Colombia, 28/08/2023) de Manuel Antonio Velandia Mora. Velandia es Ganador de la Beca Idartes de apropiación de Bogotá Diversa dirigida a los sectores sociales en la categoría víctimas del conflicto armado colombiano.

Impalement

Impalement is a method of execution where the victim is pierced by a stake either through the side, through the rectum, through the vagina, through the mouth, or any part of the body. In the Colombian armed conflict, it was used by armed actors against heterosexual women and other people from the LGTBI sectors and the diversities of genders and bodies.

In 2000, the Northern Bloc of the AUC, under the command of Rodrigo Mercado Pelufo, alias Cadena, entered El Salado (Montes de María). There, the terror derived from torture, rape, and sexual assaults against women (impalements and verbal violence, among others). In addition, these events occurred in public settings, before family members and members of the community, in the form of instructive actions, causing fear, accused of having affective ties or being guerrilla supporters. According to the Superior Court of Bogotá, Chamber of Justice and Peace, Judgment against Salvatore Mancuso et al., June 29, 2010:

[...] the so-called multiple homicides or massacres were the modus operandi of greatest selection for the North, Córdoba, Catatumbo and Montes de María blocks, observing an alarming recurrence not only for the purposes of their initial penetration in the different zones, but also In the same way, they were selected as a tactic to stabilize their territorial position and dominance over the civilian population, to the point that they turned into a spiral of violence that not only involved attacks on life, but also violence against women, protected assets, torture, and massive displacements. as happened in this process in the massacres of El Salado in 2000, of Sta. Cecilia, of Playón de Orozco, of Zipacoa, of Cienaguita and of Bahía Portete.

Empalamiento, instalación, 2023
 Among the modalities of the paramilitary groups, homicides, attempted homicides and forced disappearances stood out, in the midst of the so-called "social cleansing", accompanied by high degrees of cruelty such as physical torture, beatings that caused unconsciousness and impalements Another of the particularities surrounding paramilitary acts, especially sexual violence, consisted in the fact that the victims were able to identify those directly responsible for the attacks, perhaps due to the power they held in the territories, as well as the protection and impunity state.

Photography (Strasbourg, Germany, 2017) and installation (Bogotá, Colombia, 08/28/2023) by Manuel Antonio Velandia Mora. Velandia is the Winner of the Idartes Scholarship for appropriation of Bogotá Diverse aimed at the social sectors in the category of victims of the Colombian armed conflict.

Este ARTivista es miembro del colectivo Prensa marica


 

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