No me silenciarán

El miedo y la vergüenza de las víctimas, así como también la impunidad y el silencio de quienes son responsables de las atrocidades cometidas en contra de las mujeres ha hecho que algunas de ellas se autoricen a contar las atrocidades de la guerra. No siempre es fácil narrar lo sucedido, de ahí la importancia de acudir a la empatía y recorrer un camino al lado de las mujeres víctimas, acercarse a su recuerdo y, en ese instante, percibir el gesto, las lágrimas. Acoger con los ojos cerrados, abrazar y asentir para mostrar comprensión, identificar eso que es vital señalar porque allí se esconden los impactos y las resistencias de las mujeres en medio de esta guerra. A las mujeres sobrevivientes, la guerra marcó sus cuerpos, su intimidad, sus relaciones sociales, su salud, sus estados de ánimo, sus deseos de vivir y de amar. Sumidas en el dolor, perseveraron en el empeño de cuidar la vida, sus hijos, su techo, su territorio. Por eso, no olvidar las experiencias vividas por millones de ...